[Oh Arcángel San Gabriel, encendido serafín de amor, te saludo, elegido de Dios! ¡Dios te salve, Gabriell ¡Tú eres lleno de alegría! El Espíritu Santo está contigo: tú eres privilegiado entre todos los ángeles y bendita es la Inmaculada Virgen María, a quien le trajiste el anuncio de que sería la Madre de nuestro Salvador, Jesucristo. ¡Oh arcángel San Gabriel1, tú, mensajero del Espirita Santo, ruega por nosotros, pobres pecadores: asístenos en toda necesidad' y angustia, y especialmente en la hora de nuestra muertel Amén. ¡Oh tú, .celeste y beato Espíritu; tú, que de un modo particular estás elegido para anunciar sus ordenes y voluntad... yo te saludo con humilde amor y me alegro sobremanera pensando en el momento 'en que en el cielo me será dado ver y comprender tu belleza y 'tu dignidad! ¡Oh tú, bendito entre los ángeles; tú, elegido del Señor; tú, dichoso anunciador y siervo, de la Inmaculada Concepción! Yo te saludo mil veces en el nombre de Jesús y de la celeste Rein