Los nueve coros angélicos

Según la tradición cristiana, los ángeles se dividen en nueve coros o órdenes, cada uno con una función específica y un nivel de perfección diferente. A continuación, se presentan los nueve coros de ángeles:

  1. Serafines: Son los ángeles más cercanos a la Majestad divina y ardientes de amor por Dios. Su misión es purificar nuestro amor y encenderlo con el fuego del amor de Dios.
  2. Querubines: No se conoce mucho sobre este coro, pero se cree que están relacionados con la justicia y la sabiduría divina.
  3. Tronos: Estos ángeles están atentos a las razones del obrar divino y participan en el gobierno de las sociedades.
  4. Virtudes: Son los ángeles encargados de hacer milagros y manifestar la potencia divina en el mundo.
  5. Dominaciones: Estos ángeles participan en el gobierno de las sociedades y luchan contra las fuerzas adversas.
  6. Potestades: Son los ángeles que luchan contra las fuerzas adversas y protegen a los justos.
  7. Principados: Estos ángeles están encargados de la repartición de los bienes espirituales y ayudan a los hombres a llegar a la salvación eterna.
  8. Arcángeles: Son los “asistentes” de Dios y están al servicio directo del Señor para cumplir misiones especiales.
  9. Ángeles: Son los ángeles más bajos en la jerarquía, pero aún así, están dedicados a ayudar a los hombres a llegar a la salvación eterna, guiándolos y protegiéndolos de los peligros de alma y cuerpo.


Del libro "los santos ángeles" de Joseph Fuch

Pide el aumento de tus dolores

Hoy a la tarde estuve de nuevo muy triste y afligida. Dondequiera que mirase en torno mío, sólo veía pena, enemistad y calumnia. Temía perder el ánimo, y llamé a mi arcángel en mi ayuda. El estuvo.en seguida al lado mío y me dijo: “¿Cómo puedes morir para las cosas de la tierra si aún pides humano, consuelo?... Es ya tiempo que te acostumbres al pensamiento de querer renunciar a todo consuelo de la tierra. Si tienes esta buena voluntad, debes, aunque la naturaleza se espante, pedir a (Dios que te quite todo humano consuelo. Acostúmbrate a este pensamiento, te lo digo una vez más, porque el tiempo de graves tentaciones se acerca”.

Hoy me quejé con. mi arcángel del aumento de mis enfermedades corporales. Me dijo: “Da gracias a Dios por ello, en lugar dé' quejarte. Tus penas se han de aumentar, pues la semana del dolor está cerca. Lleva todos tus dolores en unión con los dolores, y pasión y muerte de Jesús, y pídele aumento de dolores, Esta petición te será escuchada de inmediato. ¡Cómo eres dichosa y digna de envidia, porque puedes sufrir tanto!”

Cuando había llegado al segundo Padre Nuestro en honor de los arcángeles y pensaba en mi arcángel, de pronto estaba él delante de mí con una seriedad en el rostro como nunca lo había visto tal. “Te has sentado para rezar, me dijo, y aun habías pensado: ¡Qué cansada estoy! Me alegro y espero hasta mayo: luego podré descansar y estaré en la eternidad. ¿Cómo es posible que tú, que has recibido del Señor la gracia de padecer mucho, quieras dejar tan fácilmente la existencia? Nosotros, ángeles, no podemos nunca padecer para Dios y por Dios. Si pudiéramos tener envidia, la tendríamos sólo por esto, de que vosotros, hombres, podéis sufrir y nosotros, no. De inmediato vas a 'la iglesia y pides a Nuestro Señor en el Santísimo Sacramento, perdón por tu poco aprecio de esta vida de sufrimientos que el Señor te regala. Tampoco tu confesor consiente en tu deseo de morir; y cuando el sábado confieses tus pecados, no olvides de decir que tú no has apreciado mucho las gracias de Dios”. (pág 33)

https://soulpainter.com/2024/05/explicacion-y-jerarquia-de-los-9-coros-de-angeles-infografia/

https://es.catholic.net/op/articulos/9763/cat/123/la-jerarquia-angelica.html#modal

I. Jerarquía Suprema:
– querubines
– serafines
– tronos

II. Jerarquía Media:
– dominaciones
– virtudes
– potestades

III. Jerarquía Inferior:
– principados
– arcángeles
– ángeles

El tercer orden: los Angeles Virtudes

a aquellos hombres que con toda voluntad y perseverancia trabajan en su propia santificación y que no se desaniman ¡ni se detienen cuando han quitado un defecto, sino que ponen todos los medios y usan toda mortificación interior y exterior antes y después, para lograr la sa'lud y salvación de su propia alma. Hay sacerdotes que tienen siempre a su lado a un ángel de este coro. Ellos son consigo 'mismos muy poco considerados, se tratan a sí mismos mal y no dan fin a las mortificaciones que usan con su cuerpo. Estos son los preferidos de estos ángeles de fuerza. También algunos pecadores que se convierten reciben un- ángel semejante a su lado.

El ángel lo exhorta todo el día y en la noche, y el penitente no deja de seguir sus inspiraciones: el ángel le ayuda a perseverar por la fuerza de la cual 'es la personificación. Todos los que se sienten indinados a la vida interior, deben invocar de un modo particular a este coro de ángeles, pues las buenas ideas solas iio hacen santos: hay que poseer la fuerza para poder ponerlas en práctica.

El Coro de Angeles llamados Potestades

Estos ángeles se me aparecen grandes, los veo con alba y dalmática de diversos colores, según las virtudes de aquellos a quienes han de cuidar. Con pocas excepciones sirven sólo a los sacerdotes'. Los veo majestuosos y serios. La fuerza de ellos es más intensiva que la de los coros- anteriores. Delante de ellos huye el diablo. Las manos cruzadas sobre el pecho-, su mirada tiene algo de mando y de dominador. Su rostro resplandece 'coa rayos. Su nombre se justifica por la imponente majestad que dimana de estas Potestades.

Los Principados (Asignados para proteger comunidades, reinos, estados y parroquias. Están asociados con transiciones de poder)

Cada parroquia tiene un ángel de los Principados. Se me presentan, grandes y magníficos a la vista; una corte de ángeles está en torno de ellos. Ellos se hincan de rodillas1 delante del Santísimo y ruegan día y noche para los fieles de la parroquia; ellos cuidan que los enfermos reciban los Sacramentos y que los niños no mueran sin bautismo. Conocen a todos los fieles de la parroquia. Ellos piden a Dios perdón por cada escándalo que en ella se produce.

En general, usan la oración de intercesión. Ellos adoran de un modo particular al Dios escondido en el Pan del altar, pues los hombres generalmente se acuerdan muy poco de hacerlo. Ellos cantan el Sanctus no interrumpido y en un modo misterioso,' para satisfacer por 'la tibieza de los fieles.

El Coro de las Dominaciones

El sexto coro es el de las Dominaciones. Son los ángeles que da Dios a los que han de enseñar, sea en la cátedra de teología, del púlpito o aun en cierto modo desde el confesonario, cuando se trata de propagar el reinado de Dios sobre la tierra.

También los1 superiores de conventos y seminarios tienen un ángel semejante, siempre que los tales sean humildes. Estos deben dar siempre la gloria a Dios; entonces permanecen estos ángeles con ellos. Su vestido es blanco, y adornado con piedras

El Coro de los Tronos

El séptimo orden de ángeles es el de los Tronos. Cada diócesis, cada reino, cada orden religiosa, todos tienen su propio ángel; ése es el oficio del coro de los Tronos. Estos ángeles están a manera de reyes sentados en sus tronos. Tienen una vestidura de oro y un. manto luminoso; su corona completa y de un modo extraordinario resplandeciente. Su rostro está lleno de majestad y sobrehumana grandeza. A sus pies hay un cetro; sus manos cruzadas sobre el pecho, y en su mano derecha brilla un anillo.

El Angel del Seminario

Hoy a la tarde, a eso de las cinco, he visto al ángel tutelar del seminario. Pertenece al coro' de los Tronos. Es un ángel lleno de imponente majestad, 'lleno de soberana dignidad y de santa severidad. Sus ojos miran al cielo, a Jesús, el Eterno sacerdote, el cual se ofreció por nosotros. Lleva un. espléndido vestido y su corona brilla con una claridad tal, que no pude menos que cerrar mis ojos. El me dijo que me acordase diariamente, en mis oraciones, del seminario y de los clérigos. Con palabras conmovidas me encomendó a todos 'los moradores de 'la casa y especialmente los superiores de 'la casa.

Los Querubines (su nombre significa plenitud de sabiduría)

Guardianes de las cosas de Dios. Asignados para proteger lugares especiales, por ejemplo el arca de la alianza

Estos son las espadas de ¡Dios. Sus vestidos son como luz brillante y pura; sus rostros son severos y se asemejan a San Miguel.

Están como ceñidos de fuego y en su mano derecha hay una espada de fuego. Su corona es de rayos de sol. 

Son como la personificación dell1 celo por la gloria de Dios. Siempre prontos para vengar esa honra conculcada. 

Junto al trono del Papa veo cuatro' querubines. Un querubín fué él que echó a Adán del Paraíso terrenal. En algunos grandes santuarios hay un querubín.' con la espada.

Deben ser invocados especialmente en las tentaciones contra- la fe. A los escrupulosos debe aconsejarse mucho esta devoción. También a aquellos que tienen que luchar contra las tentaciones en materia de pureza y castidad. El resultado de esta devoción es sorprendente.

Los Serafines (su nombre significa los amor ardiente)

Este es el coro más superior de todos. ¿Qué podré decir de ellos? Ellos son amor y sirven ¡al Amór. Sin interrupción honran, aman y alaban a la adorable Trinidad... Esta es su ocupación... ésta es su felicidad, cantan "Santo, Santo, Santo es el Señor de los ejércitos"

Su amor se enciende cada día y cada hora de nuevo hacia la Hoguera de Amor, el cuail los destinó para alabanza sólo de ese mismo Amor. ¿Qué corazón no quisiera derretirse de amor en la consideración de la alteza de la misión de los serafines?

¿Quién no envidiaría a éstos, los más dichosos de todos los Angeles, que no han sido creados sino para amar al supremo Amor, a la fuente del Amor, por toda la eternidad?

¡Oh, qué espléndidas víctimas de amor son estos elegidos ángeles, que siempre arden sin consumirse, y que pueden sumergirse siempre en el Amor, siempre y para toda la eternidad!

¡Y qué grande y espléndidamente bella es la ¡Reina de los Angeles, la Inmaculada Madre de Dios! ¡Oh, cuando se considera la grandeza de los ángeles, entonces se ve cuán pequeña es la tierra, qué mísera es la Humanidad!

Almas puras ¡más hermosas que los Angeles 

Mi segundo ángel, a quien recibí ayer de mañana, pertenece al coro de los arcángeles. Es serio y 'lo veo ceñido en color verde. Me ha de esforzar según la voluntad de Dios: es severo el rostro y cuidará conmigo hasta mi muerte.., 

Le pedí a mi ángel ayuda en mis angustias de corazón. 

Entonces lo vi delante, como también al compañero de Gabriel, en todo el esplendor de su belleza y bondad, y hablé con ellos:, “¡Oh qué admirablemente bellos sois vosotros! Y con todo... vosotros sois aún mil veces más hermosos de lo que os veo... Si yo debiera ver todo el esplendor de vuestra belleza, debería desfallecer...” 

Contestó el compañero de Gabriel: “Sí, esto es verdad. Pero, aún más hermosa que nosotros en todo el esplendor dé la beldad angélica, es un alma humana pura. La beatitud de los santos es mucho mayor que la nuestra, pues ellos pueden sufrir por Dios”. 

Repliqué yo: “¡Qué hermosa es el alma de mi director y la de su amigo! Pienso con trasporte de alegría en ellos”. 

Sonrieron ambos ángeles, y mi ángel custodio me dijo: “Tú no times sino una pálida idea de la excelencia y belleza de esas almas. Si el Señor te mostrase todo el esplendor de ellas, no sabrías por momentos si estabas en presencia del mismo Señor nuestro. “Esto sucede con toda .alma pura. Las almas sacerdotales tienen todavía una excelencia y esplendor particular sobre sí... Es tan extraordinario su brillo, que recién en el cielo se podrá comprender. Esto es precisamente una parte importante de su bienaventuranza y de su perpetua alegría”.

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